viernes, 4 de septiembre de 2009

La cuarta pirámide

No es justo solo un corazón ecuánime,
porque es mas músculo el de la inconsciencia.
Mientras la vida te parezca lógica
no vas a ver que vuela como un pálpito.

Si la impaciencia te declara exánime
se haría cargo tuyo la prudencia
hasta que aceptes la condena módica
de no morir para vivir por hábito.

Levantaría la cuarta pirámide
con tal de no sufrir las consecuencias
de ver mi sangre coagularse fóbica
por no arriesgar hasta el último hálito.