miércoles, 24 de febrero de 2010

El fatídico arrecife de tus piernas

Inescrutable como dios en las alturas
y hasta exactamente igual de inexistente,
tu soberbia te declara incompetente
y te destierra a merodear por la llanura.

Pero una vez tomamos sol con la piel tierna
los dos desnudos y atrevidos en la playa
cuando mi barca corrió el riesgo y casi encalla
en el fatídico arrecife de tus piernas.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Amor y redundancia

Cálidamente despejé las circunstancias
y me acerqué a tu corazón porque hace frío
y aquí me quedo por amor y redundancia,
de aquí por dios que no me va a sacar ni Cristo.

No me fijé en ningún momento en tu elegancia
ni si en el dedo del amor llevás anillo.
Te confesé que no nadaba en la abundancia
y me dijiste -la abundancia no es mi tipo-.

Con tus caricias me vendaste la ignorancia
y pasé a ser un soldadito malherido
que perdió todos los juguetes de su infancia
pero aprendió a jugar con vos como es debido.

Nunca pensé que le darías importancia
a mi palabra entre la de tus ex maridos.
Aquí me quedo por amor y redundancia,
de aquí por dios que no me va a sacar ni Cristo.

lunes, 15 de febrero de 2010

La impostura

Me interesa la impostura de tu cuerpo
cuando pasa diametral por los espejos
y se mira de reojo los encantos.

Puedo ver como te besas el reflejo
y ambicionas que la imagen te devuelva
otro beso en el ombligo sacrosanto.

Y en el quiebre gestual veo desnuda
la prudente vanidad de las deidades
que se dejan besar solo en el manto.

Pero es ver cuando el lápiz de labio
te recorre triunfal la sonrisa
y saber que ahí se oculta tu llanto.

martes, 9 de febrero de 2010

El pié descalzo de los suicidas

Insiste al borde de los ventanas
el pié descalzo de algún suicida
hasta que cae desde una mañana
y en el trayecto se revalida.

Puede que algún peatón sin alma
pase y le robe la vida entera
y que al notar que todo está en calma
también se lleve la billetera.

Azul el vidrio de los negocios
reflejará perspicaz la escena,
otra ansiedad que se muere de ocio
y otro ladrón que no se condena.


Insisteix a la vora dels finestres
el vaig piular descalç d'algun suïcida
fins que cau des d'un matí
i en el trajecte es revalida.

Pot ser que algun vianant sense ànima
passi i li robi la vida sencera
i que en notar que tot està en calma
també es porti la cartera.

Blau el vidre dels negocis
reflectirà perspicaç l'escena,
una altra ansietat que es mor d'oci
i un altre lladre que no es condemna.

jueves, 4 de febrero de 2010

Lágrima de azúcar

Te confesé con una lágrima de azúcar
que nunca supe si moriste o me mataste
era innegable que tu amor era filoso
y más filoso que mi amor invulnerable.

Como un sabueso la conducta impertinente
persiguió el rastro de la sangre entre el del llanto
y descubrió tanto el cadáver tuyo y frío
como encontró el mío mas tibio y respirando.