Sentí una canción alarmante en la radio,
me diste dos vueltas o tres en la cama,
descubrí que el mundo era un bicho bolita
y la vida un balde de agua destilada.
me diste dos vueltas o tres en la cama,
descubrí que el mundo era un bicho bolita
y la vida un balde de agua destilada.
Me pusiste un pié en cada mano y abriste
las piernas diciendo -Venite a buscarme,
te espero aquí adentro del alma insensata
como un monedero perdido en la calle-.
Yo fui muy consciente de hacer lo que hacía,
sentí en el ombligo cien mil mariposas
y cuando entreabriste los ojos, un siglo
hecho lagartija pasó en una hora.
Después de un suspiro largo como un sueño
recobré el aliento de las libertades
y en lugar de darte las gracias y un beso
corrí hasta la puerta a cerrarla con llave.
10 comentarios:
Solo para paladares exquisitos
Paladares negros, sólo paladares, y para algún latinoidal todo morocho pero agrandado, como nosotros.
Habló "El morocho Aranda"
Tayador del centro
Parece que intenté hacer un poema y me salió una receta de cocina.
Paladar negro. Ahora pasamos del arte culinario a los perros de raza. Insisto, yo no quise hacer una receta de cocina ni meterles el perro, quise hacer un poema.
No dijo el morocho Aranda, Tatita, dijo que los morochos se agrandan.
Morocho agrandao ese pibe Aranda no?
Yo diría mas bien que es un gran pibe, Tatita.
Si, un gran pibe morocho y agrandado
Pa' morocho y agrandau, Obama.
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