
pero sin paz, sin texto corregido
y sin palabra alguna que haya escrito.
Y nunca tengo lapicera en mano
ni tengo folios con renglones rectos
ni tengo márgenes para decir al margen.
Jamás escribo lo que escribo en letras
ni de verdad, ni de verdad a medias
y así no tengo que borrar si miento.
Pero tampoco miento cuando miento
porque no tengo paz ni tengo texto
ni tampoco verdades que haya escrito.