sábado, 31 de enero de 2009

Manos brujas

Brujo siempre me dijeron
después del parto las minas
porque el que sabe adivina
si piba o piba va a ser.

Manos brujas, a saber,
fui apodado en otros casos,
siempre antes del embarazo
y en distinto menester.

martes, 27 de enero de 2009

Circense

El circo llegó de noche
cuando nadie lo veía
y el domador de leones
con la ecuyere dormía
sin saber lo mal que hacía
durmiendo sin pretenciones.

El circo se fue de día
cuando el sol era un derroche
y el domador de leones
sin salir del carricoche
torcido como un fantoche
desangrándose moría.

domingo, 25 de enero de 2009

La humanidad del lápiz

Es que, tal como nosotros, a presión atmosférica y temperatura ambiente, el grafito es más estable que el mismísimo diamante, aunque la descomposición del diamante sea tan extremadamente lenta que sólo pueda apreciarse a escala geológica. De ahí que ningún ser humano, y en especial los dibujantes, debería negar sus semejanzas con el grafito.

jueves, 22 de enero de 2009

El museo del Che

La última vez que anduvimos mi cómplice Mariana y yo por Alta Gracia dormimos a orillas del arroyo y fuimos a visitar la casa que hoy es el museo del Che. Estaba todavía en obras, hacía mucho calor, era mediodía y no había otro alma que no fuera la de una mujer barriendo en la entrada. Nos dejó pasar, estaba absolutamente vacío y casi sin darnos cuenta nos descubrimos tratando de no hacer ruido y buscando fantasmas que nos contaran algo por las habitaciones, pero el eco de lo silencios nos delataba a cada paso y nos devolvía al presente. De pronto descubrí que algunos de los azulejos con los que estaban revestidas las paredes originales tenían unas frases impresas. Me sobresalté, fue como escuchar esas voces que queríamos oír. Saqué un papelito y las anoté una por una de malpensado nomás, me imaginaba que a nadie se le ocurriría salvar ese singular documento. Después, en el mismo viaje, perdí el papelito.

lunes, 19 de enero de 2009

La santa paciencia

La paciencia no es digna de las juventudes. Las juventudes están hechas para subvertir, para que todo las impaciente y las haga reaccionar. La paciencia está hecha para los santos, o para ser paciente y esperar en la sala de primeros auxilios de los hospitales o para esperar en el comedor de los geriátricos.

miércoles, 14 de enero de 2009

La constancia de lo sensible

Sin saber qué pretensiones tienen sus palabras las veo paseando por los campos blancos de los libros. Nadie que dibuje las letras como ella las dibuja merece el desamparo editorial. Por ahora la encuentro en este mar eléctrico donde abundan los críticos despiadados como viejos bucaneros que siguen ahumando carne para vendérsela a los navíos llenos de analfabetos hambrientos, donde aletean los corazones de ritmo tartamudo a los que no les queda mas remedio que leer sílaba por sílaba para nunca entender la frase completa, donde pernoctan expectantes los sabios de pacotilla siempre al acecho de un párrafo jugoso al que hincarle el angurriento tenedor del copyright.
Pero a pesar de todo esto ella ha descubierto continentes, países escritos y el caudaloso río de su redacción, donde nos otorga el asilo político de lo contemporáneo y donde ha sentado el precedente de lo intuitivo y la constancia de lo sensible para regalarnos el vaso de agua fresca de su poesía.
Por ahora, decía, la encuentro en este mar cibernético, ya después le pediré que me dedique alguno de sus libros.

sábado, 3 de enero de 2009

Cupidos sinvergüenzas

Se me llenó el consistorio de cupidos sinvergüenzas,
les gusta hacerse la paja mientras llora el bandoneón
y la tarde pelirroja desenredando sus trenzas
yace decúbito prono sin bombacha en el colchón.