lunes, 3 de septiembre de 2007

Creyentes e incrédulos

Pienso que los que dudan de la existencia de algún dios no son muchos, son todos, tanto los mal llamados creyentes como los mal llamados incrédulos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cambiar un dios por una ideología, reluciente o herrumbrada es casi lo mismo que tener una religión. No será Dios, será la revolución, no será Buda será el libre mercado. Todos tenemos un diocescito por ahí…algunos lo imaginan con barba blanca , otros con barba gris y gorra verde.