lunes, 11 de febrero de 2008

El águila ciega

Una águila ciega llora en una piedra
Con su bastón blanco y con sus gafas negras.

Cada vez que intenta algún vuelo se estrella
perdiendo una pluma y ganando una pena.

Curioso un lagarto pregunta - ¿Bromeas?,
Resulta increíble que tu no me veas -.

- Mas no estoy mintiendo, no temas, soy ciega -
le contesta el águila triste y sincera.

- ¡No te creo nada! - ¡Me quieres de cena! -
se burla el lagarto y risueño se aleja.

Por fin un conejo al pasar, coquetea,
- ¡Que alas tan hermosas que tienes mi reina! -,

- ¡Cuanto yo daría por poder tenerlas! -
y agrega - ¡Volando me iría a la escuela! -.

- Gracias, muy amable, algo me consuelas -
le responde el águila - Pero es que soy ciega -.

Y dice el conejo - ¿Porqué no me llevas?,
así por ti veo y tu por mi vuelas -.

La amistad tiene alas y los dos lo intentan.
El conejo guía, las alas se elevan.

Y cuanto mas alto volaban, mas fuerza
la amistad cobraba, hasta hacerse eterna.